
Esta reproducción viajó a Barcelona,es una escultura, la primera y la última de estas dimensiones. Las ironías de la vida, el día en que se contactaron conmigo para llevársela, los descendientes Selk’nam declaraban: ¿De qué nos sirve una estatua?
Desde pequeños, a los que crecimos en los ‘80 nos contaron la historia de los Onas, como un pueblo extinto, de la Patagonia Chilena. Pocas veces recuerdo haber escuchado el nombre Selk’nam y menos , la historia del genocidio. Luego, en los años universitarios aparecen en mi memoria las imágenes del “Taller experimental cuerpos pintados” en el contexto de la publicación de Anne Chapman : Hain, ceremonia de iniciación de los Selk’nam de Tierra del Fuego. En esa publicación miré por primera vez a los espíritus del Hain y me inundó una sensación de profundo enigma. Ver esas imágenes de hombres desnudos, en medio de la nieve, que pintaban sus cuerpos con diseños de una exquisita factura, con una armonía visual , en donde el punto y la línea hacían un juego de contrastes y equilibrios, con disposiciones finamente calculadas, cuya “compleja simplicidad” contenía todo un entramado simbólico. Pero al indagar y descubrir, luego de la maravilla de sus diseños, la historia más cruenta de sus destinos, adquiere otro sentido el acercamiento a esta cultura : el genocidio, la apropiación de sus tierras en nombre del progreso. Lo que ocurrió allí, poco a poco se ha ido desentrañando, pero sabemos que su exterminio fue sistemático, primero los cercaron quitándoles la posibilidad de cazar guanacos, su alimento base, luego los cazaron como a animales, muchas fortunas europeas, chilenas y argentinas están manchadas por la sangre de este episodio , finalmente los encerraron en la Misiones, en donde la Iglesia Católica los redujo , para convertir a estos “salvajes” y salvar sus almas, allí terminaron de morir por las enfermedades transmitidas por los colonos, por las ropas con que los vistieron, por los zapatos que encerraron sus pies y fueron cubriendo sus cuerpos pintados para ocultar y borrar siglos de cultura y resistencia. Un grupo fue secuestrado y presentado en Europa: Zoológicos humanos.
Hace un par de años me encontré en un homenaje en el día internacional de la mujer indígena, en el Museo de Arte Precolombino, con un grupo representante de familiares Selk’nam que están reconstruyendo la historia y luchando contra el olvido.
Reproduzco aquí las palabras que me regalaron para compartirlas y que me hicieron reflexionar sobre la utilización de la reproducción de los espíritus con fines comerciales, cuando mi propio taller ha tomado a uno de ellos como protector-protectora: Tanu.
“A pesar de lo que los historiadores y autoridades dicen, nosotros los hijos del pueblo selk'nam existimos. A través de nuestras venas corre sangre selk'nam y a través de nuestra sangre nuestros ancestros gritan que no han muerto"
Kowanak sawar t’haynéen yoen ya’ , t’n’sway yekwa’ te selk’nam nam , echen wan yekwa’. N’yekwak sam , selk’nam warr haykoner moho’ , t’n’sway hash yekowak warr te sawar wan chcekryyen yekowak hoowen
¿ Dónde están los límites entre el homenaje , la apropiación cultural , el mercado?
¿ A quién pertenece el Patrimonio Cultural?
Ciertamente este es un tema para otra reflexión.
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